En esta nueva etapa sobre el entorno empresarial en El Salvador, la gestión de riesgos y el compliance han adquirido un papel muy importante para garantizar la sostenibilidad y competitividad de las organizaciones. Estas disciplinas, aunque distintas en su enfoque, son complementarias y necesarias para el cumplimiento normativo, la prevención de riesgos y la creación de valor empresarial. A continuación, se desarrolla su importancia, componentes clave y las mejores prácticas para su implementación en el contexto salvadoreño.
Gestión de Riesgos
La gestión de riesgos consiste en identificar, evaluar y mitigar los riesgos que puedan afectar los objetivos de una organización. En El Salvador, las empresas en general enfrentan riesgos relacionados con factores económicos, políticos, sociales, legales y tecnológicos estos incluyen:
- Riesgos operativos: errores en procesos internos que afectan la productividad.
- Riesgos legales y regulatorios: incumplimientos normativos que derivan en sanciones.
- Riesgos financieros: fluctuaciones de tipo de cambio, inflación y riesgos crediticios.
- Riesgos tecnológicos: vulnerabilidades en sistemas de información y ciberataques.
La clave para gestionar estos riesgos radica en establecer un sistema basado en la norma internacional ISO 31000. Este enfoque incluye:
- Identificación de riesgos: Identificar todas las posibles amenazas que puedan impactar las operaciones de la empresa.
- Análisis y evaluación: Cuantificar y priorizar los riesgos según su impacto y probabilidad.
- Tratamiento de riesgos: Diseñar estrategias para mitigar, transferir, aceptar o evitar los riesgos.
- Monitoreo continuo: Revisar periódicamente el entorno de riesgos y ajustar estrategias según sea necesario.
Compliance
El compliance es el conjunto de procedimientos, políticas y controles internos diseñados para asegurar que una organización cumpla con las leyes, regulaciones y normativas aplicables, así como con los estándares éticos y las políticas internas establecidas. Su objetivo principal es prevenir, detectar y gestionar riesgos legales, financieros, operativos y reputacionales, promoviendo una cultura de cumplimiento y ética en todas las actividades de la empresa. Un programa de compliance efectivo requiere:
- Diagnóstico inicial: Identificar áreas de cumplimiento y brechas existentes.
- Políticas y procedimientos: Diseñar manuales que detallen las políticas internas y los procedimientos para garantizar el cumplimiento.
- Capacitación: Formar a los colaboradores sobre las normativas aplicables y las políticas de la empresa.
- Monitoreo y auditoría: Implementar controles para garantizar el cumplimiento y detectar incumplimientos de manera oportuna.
La Sinergia entre Gestión de Riesgos y Compliance
Aunque la gestión de riesgos y el compliance tienen objetivos distintos, ambos se complementan para proteger a la organización. Mientras la gestión de riesgos se enfoca en identificar y mitigar amenazas potenciales, el compliance asegura que la empresa opere dentro del marco normativo establecido.
Un modelo integrado permite a las empresas salvadoreñas:
- Reducir sanciones legales y reputacionales derivadas de incumplimientos.
- Mejorar la eficiencia operativa al alinear los procesos internos con los requisitos legales.
- Aumentar la confianza de clientes, socios y reguladores.
Mejores Prácticas para Empresas en El Salvador
- Cultura organizacional: Fomentar una cultura de ética y cumplimiento desde la alta dirección.
- Uso de tecnología: Implementar herramientas tecnológicas para la gestión de riesgos y el monitoreo del compliance.
- Enfoque preventivo: Priorizar la prevención sobre la reacción a incidentes.
- Evaluación continua: Revisar periódicamente los sistemas de gestión para adaptarlos a cambios normativos y del entorno.
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